Pros y contras de las economías capitalista vs. socialista

¿Cuál es la diferencia entre capitalismo y socialismo? (Marcha 2024)

¿Cuál es la diferencia entre capitalismo y socialismo? (Marcha 2024)
Pros y contras de las economías capitalista vs. socialista

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Anonim

El capitalismo y el socialismo son sistemas económicos que usan los países para administrar sus recursos económicos y regular los medios de producción.

En los Estados Unidos, el capitalismo siempre ha sido el sistema predominante. Los países comunistas, como China, Corea del Norte y Cuba tienden hacia el socialismo, mientras que los países de Europa occidental favorecen las economías capitalistas y tratan de trazar un rumbo medio. Pero, incluso en sus extremos, ambos sistemas tienen sus pros y sus contras.

El capitalismo y la mano invisible

En las economías capitalistas, los gobiernos desempeñan un papel mínimo al decidir qué producir, cuánto producir y cuándo producirlo, dejando el costo de los bienes y servicios. a las fuerzas del mercado. Cuando los empresarios detectan aperturas en el mercado, se apresuran a llenar el vacío.

En su trabajo seminal, "Una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones", el economista Adam Smith describió las formas en que las personas están motivadas para actuar en su propio interés. Esta tendencia sirve como base para el capitalismo, con la mano invisible del mercado sirviendo como el equilibrio entre las tendencias en competencia. Debido a que los mercados distribuyen los factores de producción (tierra, trabajo, capital y emprendimiento) de acuerdo con la oferta y la demanda, el gobierno puede limitarse a promulgar y hacer cumplir las reglas del juego limpio. (Para más información, vea La historia del capitalismo: del feudalismo a Wall Street.)

Socialismo y planificación centralizada

En las economías socialistas, las decisiones económicas importantes no se dejan a los mercados, o se deciden por individuos interesados. En cambio, el gobierno, que posee o controla gran parte de los recursos de la economía, decide qué, cuándo y cómo de producción. Este enfoque también se llama "planificación centralizada". "(Para más información, ver Economías Socialistas: Cómo funcionan China, Cuba y Corea del Norte.)

El socialismo está influenciado por las teorías de Frederick Engels y Karl Marx, y por su tratado de 1848, "El Manifiesto Comunista". "Pero el socialismo es más permisivo que el comunismo puro, que no tiene en cuenta la propiedad privada.

El capitalismo ofrece más incentivos

En las economías capitalistas, las personas tienen fuertes incentivos para trabajar duro, aumentar la eficiencia y producir productos superiores. Al recompensar el ingenio y la innovación, el mercado maximiza el crecimiento económico y la prosperidad individual al tiempo que proporciona una variedad de productos para los consumidores. Al fomentar la producción de bienes deseables y desalentar la producción de productos no deseados o innecesarios, el mercado se autorregula, dejando menos espacio para la interferencia del gobierno y la mala gestión.

Los mercados no son infalibles

Debido a que los mecanismos de mercado son mecánicos, más que normativos, y agnósticos con respecto a los efectos sociales, no hay garantías de que se cubrirán las necesidades básicas de cada persona.Los mercados también crean ciclos de auge y caída y, en un mundo imperfecto, permiten el "capitalismo de amigos", monopolios y otros medios para engañar o manipular el sistema.

Bajo el socialismo, las necesidades básicas se cumplen

El principal beneficio de un sistema socialista es que las personas que viven bajo él reciben una red de seguridad social. En teoría, la inequidad económica se reduce. También lo es la inseguridad económica. Las necesidades básicas están previstas. El propio gobierno puede producir los bienes que la gente necesita para satisfacer sus necesidades, incluso si la producción de esos bienes no genera ganancias. Bajo el socialismo, hay más espacio para los juicios de valor, con menos atención a los cálculos que implican ganancias y nada más que ganancias.

Las economías socialistas también pueden ser más eficientes, en el sentido de que hay menos necesidad de vender productos a los consumidores que quizás no los necesiten, lo que resulta en menos dinero gastado en la promoción de productos y esfuerzos de comercialización.

Pero con menos incentivos

El socialismo suena más compasivo, pero tiene sus defectos. Una desventaja es que las personas tienen menos por lo que luchar y se sienten menos conectadas con los frutos de sus esfuerzos. Con sus necesidades básicas ya previstas, tienen menos incentivos para innovar y aumentar la eficiencia. Como resultado, los motores del crecimiento económico son más débiles.

¿Otro ataque contra el socialismo? Los planificadores gubernamentales y los mecanismos de planificación no son infalibles ni incorruptibles. En algunas economías socialistas, incluso en los bienes más esenciales hay insuficiencias. Debido a que no existe un mercado libre para facilitar los ajustes, es posible que el sistema no se regule a sí mismo tan rápido o también.

La igualdad es otra preocupación. En teoría, todos son iguales en el socialismo. En la práctica, surgen jerarquías, y los funcionarios del partido y las personas bien conectadas se encuentran en mejores posiciones para recibir los bienes preferidos.

The Bottom Line

El capitalismo y el socialismo son tan diferentes, como lo son los sistemas, que a menudo se los considera diametralmente opuestos. El capitalismo se basa en la iniciativa individual y favorece los mecanismos de mercado sobre la intervención del gobierno. El socialismo se basa en la planificación gubernamental y las limitaciones en el control privado de los recursos. Pero, dejados a sí mismos, las economías tienden a combinar elementos de ambos sistemas: el capitalismo ha desarrollado sus redes de seguridad (que son aún más pronunciadas en la Unión Europea), mientras que países como China y Vietnam parecen estar avanzando hacia un mercado en toda regla economías.