¿Cómo controlan las economías de mando las tasas de producción y desempleo excedentes?

La Economía Argentina durante el Kirchnerismo (Mayo 2024)

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¿Cómo controlan las economías de mando las tasas de producción y desempleo excedentes?

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Anonim
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Históricamente, las economías de comando no tienen el lujo de producir excedentes; La escasez crónica es la norma. Tampoco han tenido que lidiar con el desempleo, porque la participación laboral está obligada por el estado; los trabajadores no tienen la opción de no trabajar.

El corazón del problema con las economías de comando es una distribución de recursos ineficiente, que incluye la mano de obra. Alguien debe determinar la cantidad de hierro que extraer, la cantidad de acero que se forjará, la cantidad de camino a fabricar, cuántas computadoras armar, cuánto trigo sembrar y millones de otras decisiones. Más importante aún, la distribución debe planificarse de manera racional de acuerdo con la disponibilidad y la necesidad futura de cada recurso.

Distribución de recursos en una economía de comando

Toda economía necesita un mecanismo para distribuir recursos y planificar la producción futura. En una economía dirigida socialista, el estado controla los medios de producción, lo que significa que la distribución de los recursos no está impulsada por propietarios en competencia; los bienes se convierten esencialmente en transferencias internas.

En un sistema sin mercados libres, donde los precios se descubren a través de ofertas competitivas entre productores y consumidores, el planificador socialista no tiene suficiente información relevante para hacer estas determinaciones. La asignación en dicho entorno es arbitraria y caótica.

Esta ineficiencia puede generar excedentes en áreas donde se asignaron demasiados recursos (y escasez severa en otras áreas), pero es improbable, sino imposible, un excedente general de producción.

Considere un problema simple, como producir uñas. Un planificador socialista no comienza con los precios de mercado, por lo que no puede conocer la relación entre los diferentes valores de los recursos. Sin embargo, él tiene que decidir qué metales usar para sus uñas. Él tiene que decidir cuántas uñas necesita y de qué tamaño. También debe decidir qué procesos de producción serán más eficientes, qué centros de distribución traerán materias primas y cuáles enviarán productos terminados.

El problema de la planificación central se detalla ampliamente en un artículo escrito por Ludwig von Mises en 1920, "Cálculo económico en la Mancomunidad Socialista". Él argumenta que sin mercados libres, no surge un mecanismo de fijación de precios racional; sin un mecanismo de fijación de precios, el cálculo económico es imposible.

Producción excedente como un nombre inapropiado

Desde los días de Adam Smith, los economistas y las figuras públicas han debatido el problema de la sobreproducción (y el subconsumo, su corolario). Estos problemas fueron resueltos en gran parte por el economista del siglo XIX Jean-Baptiste Say, quien demostró que la sobreproducción general es imposible cuando existe un mecanismo de precios.

Para ver claramente el principio de la ley de Say, imagina una economía con los siguientes bienes: cocos, monos y peces. De repente, el suministro de peces se triplica. Esto no significa que la economía se verá abrumada por los bienes, los trabajadores se volverán desesperadamente pobres o la producción dejará de ser rentable.

En cambio, el poder adquisitivo de los peces (en relación con los monos y los cocos) disminuirá. El precio del pescado cae; algunos recursos de mano de obra pueden liberarse y pasar a la producción de mono y coco. El nivel de vida general aumentará, incluso si la asignación de recursos laborales se ve diferente.

Empleo total como fin

Es posible erradicar el desempleo entregándole a todos una pala e instruyéndolos (bajo amenaza de encarcelamiento) para que hagan agujeros. Aquí, el pleno empleo sería económicamente desastroso.

Está claro que el desempleo (per se) no es el problema. El trabajo de parto debe ser productivo, lo que requiere que pueda moverse libremente donde sea más útil.