¿Cómo afecta la deflación a los consumidores?

VFM A quien perjudica la Deflacion Shortionary (Diciembre 2024)

VFM A quien perjudica la Deflacion Shortionary (Diciembre 2024)
¿Cómo afecta la deflación a los consumidores?
Anonim
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La deflación impacta positivamente a los consumidores a corto plazo pero negativamente a largo plazo. En el corto plazo, la deflación aumenta esencialmente el poder adquisitivo de los consumidores a medida que caen los precios. Los consumidores pueden ahorrar más dinero a medida que aumenta su ingreso en relación con sus gastos. Esto también alivia la carga de la deuda ya que los consumidores pueden desapalancarse.

Si bien la caída de los precios parece un buen negocio para los consumidores, los factores que contribuyen a la deflación son desastrosos para los consumidores y para toda la economía a largo plazo. Hay una pausa temporal cuando los ingresos de los consumidores permanecen constantes mientras los precios bajan. Finalmente, la caída de los precios comienza a afectar a las empresas que se ven obligadas a recortar los salarios y el empleo en respuesta a la caída de los ingresos. Esto da como resultado una disminución de los ingresos y un deslizamiento de la confianza del consumidor.

Esto lleva a una disminución del gasto, lo que empuja aún más a las empresas a reducir los precios para vender sus productos. Además, los entornos deflacionarios crean incentivos para que los consumidores y las empresas posterguen el gasto de dinero a la espera de una caída de los precios. Este comportamiento racional, a nivel individual, alimenta la debilidad económica, ya que el consumo es un impulsor principal de la actividad económica.

Durante estos entornos, las cargas de deudas y los pagos de intereses permanecen constantes. No disminuyen a pesar de la disminución en los ingresos. Sobre una base relativa, estos en realidad están aumentando y consumiendo porciones más grandes de los presupuestos familiares. Muchos consumidores se ven obligados a declararse en quiebra durante estos entornos y pierden activos que se compran a crédito, como acciones, viviendas o automóviles.

Los consumidores con ingresos fijos o aquellos que son lo suficientemente afortunados como para no perder un empleo o que no se les reduzca su salario pueden no enfrentar estas dificultades. Sin embargo, serán parte de un entorno en el que sus vecinos sufrirán y las empresas se cerrarán. La Gran Depresión es la última vez en que el mundo enfrentó una deflación arraigada que persistió durante años. Esta experiencia ha enseñado a los bancos centrales la necesidad de luchar contra la deflación a toda costa.