Las acciones ordinarias o comunes tienen muchos beneficios tanto para el inversionista como para la empresa emisora. .
Para las personas, invertir en el mercado bursátil es una forma relativamente sencilla de generar ingresos. Si bien no hay ganancias garantizadas, casi cualquier persona puede abrir una cuenta comercial en línea para comprar y vender acciones de acciones que cotizan en bolsa. Además de su simplicidad transaccional, la inversión en acciones ordinarias tiene el potencial de ganancias ilimitadas, mientras que la pérdida potencial se limita al monto original invertido.
Las acciones ordinarias proporcionan un pequeño grado de propiedad en la empresa emisora. Los accionistas tienen una cierta cantidad de opinión sobre cómo se ejecuta la empresa y se les permite votar sobre decisiones importantes, como el nombramiento de un consejo de administración. Por cada acción ordinaria de su propiedad, el accionista obtiene un voto, por lo que la opinión del accionista se vuelve más significativa cuando posee más acciones.
Si bien esta puede ser una ventaja importante para un inversionista individual o institucional que controla un gran porcentaje de las acciones de una compañía, para el inversor minorista promedio, el principal beneficio de las acciones ordinarias radica en sus posibles pagos de dividendos.
Cuando una empresa obtiene una ganancia, a menudo recompensa a sus inversores pagando una pequeña parte de esa ganancia a cada accionista de acuerdo con la cantidad de acciones que posee. Si bien este dividendo no está garantizado, al igual que con las acciones preferentes, muchas empresas se enorgullecen de pagar constantemente dividendos más altos cada año, fomentando la inversión a largo plazo.
Para las empresas, emitir acciones ordinarias es una forma importante de reunir capital para financiar la expansión sin incurrir en demasiadas deudas. Si bien esto diluye la propiedad de la empresa, a diferencia de la financiación de la deuda, la inversión de los accionistas no necesita ser reembolsada en una fecha posterior.
Por supuesto, los accionistas esperan rendimientos de sus inversiones a través del crecimiento de las acciones o el pago de dividendos. Pero la compañía siempre tiene la opción de recomprar parte o la totalidad de sus acciones en circulación siempre y cuando ya no necesite capital social, consolidando así la propiedad y eliminando la necesidad de generar rendimientos para sus accionistas.
¿Qué son las acciones ordinarias y las acciones preferentes?
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¿Cuáles son algunas de las características de las acciones ordinarias?
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