¿Qué dice la Equivalencia Ricardiana sobre los déficits presupuestarios?

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¿Qué dice la Equivalencia Ricardiana sobre los déficits presupuestarios?

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Anonim
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La teoría de la equivalencia ricardiana establece que el gasto deficitario del gobierno no aumentará la demanda agregada porque los consumidores y las empresas predecirán futuros aumentos de impuestos o el aumento de la inflación para financiar el déficit. Estos temores alimentan un aumento en la tasa de ahorro entre los participantes económicos, lo que contrarresta cualquier crecimiento en la demanda actual de bienes y servicios. La teoría, formulada por el economista del siglo XIX David Ricardo, se considera un contraargumento contra los remedios de estímulo fiscal keynesianos. La equivalencia ricardiana es controvertida entre economistas y formuladores de políticas.

Argumentos en favor de la equivalencia ricardiana

De 1974 a 1989, el economista de Harvard Robert J. Barro ofreció una serie de argumentos conceptuales y empíricos sobre lo que Ricardo denominó "especulación vacilante" frente al crecimiento la deuda pública. En respuesta a los críticos que sugirieron que la equivalencia ricardiana solo podría existir teóricamente en el corto plazo, Barro afirmó que las preocupaciones sobre impuestos y ahorros existen a largo plazo porque las familias buscan transferir riqueza a la próxima generación (el efecto de la dinastía). Barro concluyó que probablemente no habría un impacto de primer orden del gasto deficitario del gobierno sobre la tasa de interés real o la inversión privada neta.

Argumentos contra la equivalencia ricardiana

Muchos economistas keynesianos y poskeynesianos, como Paul Krugman, han señalado varios defectos potenciales con la equivalencia ricardiana. Sostienen que la teoría no tiene en cuenta los posibles efectos multiplicadores del gasto público. La teoría también asume que las personas no tienen restricciones de liquidez y que tienen conocimiento suficiente acerca de las acciones del gobierno para anticipar correctamente los aumentos futuros de los impuestos o la inflación.

Los economistas austríacos argumentan que la equivalencia ricardiana implica una homogeneidad poco realista entre gobiernos e individuos. En otras palabras, la equivalencia ricardiana es válida para la deuda personal, pero no necesariamente para la deuda pública. La única forma en que la equivalencia ricardiana se ajusta al gasto público es si las futuras obligaciones tributarias se asignan actualmente a las mismas personas que de otra manera podrían aumentar el gasto en el presente.