Demencia y la jubilación: cómo pueden ayudar los asesores | Los asesores de Investopedia

¿Residencia o cuidado familiar? (Noviembre 2024)

¿Residencia o cuidado familiar? (Noviembre 2024)
Demencia y la jubilación: cómo pueden ayudar los asesores | Los asesores de Investopedia

Tabla de contenido:

Anonim

Tratar con clientes que tienen demencia suele ser uno de los escenarios más difíciles que enfrentan los asesores financieros. No solo requiere una medida especial de compasión y comprensión, sino que también puede estar lleno de peligros legales para quienes no tienen experiencia en esta área. Los asesores que trabajan con personas que padecen Alzheimer u otras formas de demencia deben tomar varios pasos clave para protegerse a sí mismos y a sus clientes.

Señales de advertencia

El primer paso para tratar la demencia radica en su capacidad para reconocer sus síntomas con los clientes. El inicio de esta condición puede manifestarse de muchas maneras, pero algunos síntomas comunes pueden incluir el olvido continuo, un cambio repentino y sustancial en la forma en que el cliente maneja su dinero o frecuentes episodios de incertidumbre o diálogo confuso. Los asesores que sospechan que sus clientes pueden estar enfrentando este problema, es aconsejable llamarlos a la oficina para una reunión para obtener una evaluación más cercana de la situación. Si es evidente que algo anda mal, puede ser una buena sugerencia consultar a un médico. (Para la lectura relacionada, vea: ¿Las decisiones financieras mejoran con la edad? )

Los asesores también deben ser doblemente conscientes de las situaciones en las que amigos, parientes u otros depredadores inescrupulosos se aferran a clientes en esta condición para obtener su dinero o sus bienes. Una solicitud para hacer un obsequio sustancial a una parte o beneficiario que el cliente nunca haya mencionado previamente siempre debe investigarse exhaustivamente para garantizar que no se fuerce al cliente. (Para la lectura relacionada, vea: Cómo evitar convertirse en víctima de fraude .)

La preparación es clave

Los planificadores que atienden a clientes de edad avanzada siempre deben ser proactivos para asegurarse de que estos clientes tengan sus planes de sucesión en orden y tengan copias de testamentos, fideicomisos y poderes en el archivo . También es aconsejable reunirse con los futuros herederos y ejecutores para que aquellos que están programados para tomar decisiones en nombre de un cliente cuando se produce la demencia sabrán a quién contactar. Una carta de instrucciones completa que describe claramente todos los activos de un cliente y su ubicación es otro documento muy útil para mantenerse actualizado. Esta carta también debe contener los nombres y la información de contacto de todas las personas que necesiten participar en el manejo de los asuntos del cliente, incluidos amigos, parientes, vecinos, agentes de seguros, corredores, banqueros y prestamistas. Los asesores también deben tener un conjunto de procedimientos de oficina claramente definidos para que sus empleados los sigan cuando surja esta situación. (Para obtener más información sobre el envejecimiento y la inversión, consulte: Las estaciones de la vida de un inversor )

Problemas de responsabilidad

Los planificadores deben pensar en su propia protección y en sus clientes cuando se trata de administrar los asuntos de los incapacitados.Es peligroso para ellos tomar cualquier medida importante en nombre de sus clientes sin autorización específica, especialmente cuando se trata de cualquier tipo de transacción financiera o movimiento de dinero. Los planificadores no deben dudar en contactar a los herederos o parientes designados a la primera señal de demencia. Los niños u otras personas cercanas al cliente pueden confirmar la condición y así iniciar los procedimientos necesarios que se requieren. También es una buena idea tener una reunión cara a cara con los herederos, los beneficiarios y el abogado del cliente en un momento en que el cliente aún está mentalmente sano para evitar malentendidos potenciales y garantizar que los deseos del cliente se aborden correctamente. (Para la lectura relacionada, vea: Hablando con los padres de Envejecimiento sobre el dinero o Cómo criar a sus padres en proceso de envejecimiento. )

El factor personal

A pesar de su importancia, la mayoría de los asesores con experiencia Diga que los aspectos legales de la demencia del cliente generalmente son la parte más fácil de manejar, al menos para aquellos que se han preparado. Confrontar a los clientes sobre este tema de forma cuidadosa y profesional requerirá tacto y discreción excepcionales, e informar a los familiares o beneficiarios de lo que está sucediendo también puede ser difícil. De hecho, puede ser una buena idea consultar a un cuidador profesional en esta área para obtener capacitación o asesoramiento sobre cómo abordar esto, ya que puede haber casos en que los asesores se denieguen o se den la resistencia de una o más de las partes involucradas. Alistar a un consejero mental profesional o espiritual, como el terapeuta, el pastor o el rabino del cliente, también puede ser útil para resolver estos problemas. Y para los clientes que son amigos o parientes del asesor, también puede ser necesaria la separación de los sentimientos personales del deber. (Para obtener más información, consulte: Consejos de planificación patrimonial para asesores financieros .)

Conclusión

El tratamiento de la demencia puede ser difícil para todas las personas involucradas con la persona afectada. Los asesores financieros deben asegurarse de que existan procedimientos establecidos y capacitar a sus empleados en sus respectivos roles para tratar con esto. La preparación adecuada es la clave para garantizar que se satisfagan las necesidades y los deseos de los clientes, y todas las demás partes pueden centrarse en ayudar al cliente a salir de la función de toma de decisiones. Pero los asesores que puedan ayudar a los clientes a navegar este difícil proceso proporcionarán un beneficio enorme no solo para ellos, sino también para todos los que están involucrados y dejarán un legado duradero de profesionalismo afectuoso que se pagará muchas veces. (Para la lectura relacionada, consulte: Planificadores financieros: especializarse en personas mayores .)