En general, se supone que el principio de plena competencia protege a ambas partes que participan en una transacción de la explotación. Se supone que el concepto asegura que ambas partes actúen exclusivamente en su propio interés y que no estén bajo ninguna presión ni coacción de ninguna otra persona involucrada en la transacción. En teoría, este principio rector está destinado a garantizar que el precio acordado por las dos partes sea lo más cercano posible al verdadero valor de mercado.
En algunos casos, sin embargo, pagar el verdadero valor de mercado de un producto no beneficia a ninguna de las partes. Este suele ser el caso cuando las dos partes involucradas en la transacción tienen una relación preexistente entre sí. En tales casos, una transacción en condiciones de plena competencia sería menos adecuada que una transacción codo con codo.
Un ejemplo común de este tipo de relación preexistente sería cuando los padres desean vender una propiedad a sus hijos. En este caso, los padres pueden querer vender la propiedad con un descuento y que su hijo no pague el verdadero valor de mercado de la propiedad. En este caso, una transacción en condiciones de plena competencia no satisfaría los intereses de los vendedores o el comprador.
Otro ejemplo sería dos compañías que son filiales económicas. Legalmente, las dos partes pueden ser tratadas como dos entidades económicas separadas, pero sus intereses comerciales son interdependientes. Por lo tanto, hacer negocios a la tasa del mercado sería contradictorio, y el principio de plena competencia no serviría a sus intereses mutuos.
¿Las transacciones en condiciones de plena competencia son siempre mejores que las transacciones que no se realizan en condiciones de plena competencia?
Las transacciones que no se realizan en condiciones de igualdad tienen consecuencias impositivas reales y de otro tipo para las personas y las empresas, pero no siempre son necesariamente peores.
¿Cómo se determinan las transacciones en condiciones de plena competencia por ley?
Determina si las transacciones se llevan a cabo en condiciones de plena competencia al verificar si las partes de un contrato son independientes y realizan transacciones en igualdad de condiciones.
¿Es una persona registrada para Negocios de Instrumentos Financieros elegible para realizar las llamadas transacciones de derivados de valores y las transacciones de futuros financieros?
Explora la Ley de Intercambio de Instrumentos Financieros de Japón de 2006 y comprende cómo la ley afecta la regulación de los servicios de inversión.